‘Astérix en Italia’: los galos irreductibles vuelven en una aventura como las de antaño
La aldea de los irreductibles galos vuelve a nuestras librerías en la nueva aventura de Astérix y Obélix. Se trata de Astérix en Italia, que Salvat acaba de publicar en nuestro país.
Astérix fue creado en 1959 por Albert Uderzo y Reneé Goscinny y desde entonces no ha hecho más que acumular álbumes y lecturas. Sus álbumes han vendido 370.000.000 unidades en todo el mundo y han sido traducidos a 111 lenguas. Se han realizado 9 películas de animación y 4 de acción real.
Tras el fallecimiento de Goscinny, Uderzo siguió la publicación de su personaje en unas entregas cada vez más endebles, que tuvieron su momento más bajo en El cielo se nos cae encima. Afortunadamente, Uderzo, en una sabia decisión, dejó a sus personajes en manos de un nuevo equipo que pudiera retomar el espíritu original de los primeros álbumes.
Y eso es lo que es Astérix en Italia: una aventura como las de antaño. En ella, los dos galos participan en una carrera que recorrerá toda la península itálica. El objetivo: demostrar el excelente estado de las vías romanas en su imperio. En este loco rally de cuádrigas, cuya inspiración confiesan los autores haber obtenido de dibujos animados como Los autos locos o películas como Los locos de Cannonball, los personajes pasarán por localidades como Venecia, Parma, Siena, Florencia, Nápoles… hasta llegar a la meta, a los pies del Vesubio. En la carrera habrá representantes de pueblos de todo los pueblos sometidos por Roma, como bretones o vikingos, pero el principal rival será el campeón enviado por Roma, puesto que su victoria respresentará la superioridad del pueblo de la Ciudad Eterna sobre sus conquistados.
Como album de Astérix no pueden faltar los lugares comunes que todo lector buscará (o exigirá): la aparición y naufragio de los piratas, el banquete final, la poción, los mamporros de Obélix a los romanos, los jabalís asados o los cameos de famosos. En esta ocasión, los
Después de Astérix y los pictos (del que ya os hablamos aquí) y El papiro del César, Ferri y Conrad encaran su tercer álbum con un máximo respeto a la obra original, tanto en la trama que despliega Ferri, como en el fiel trazo de Didier Conrad: es asombroso cómo éste consigue mimetizar el lápiz de Uderzo hasta hacerse, en la práctica mayoria de las viñetas indiscernible del de su predecesor. El resultado: un tebeo divertido, que gustará a los lectores de siempre y a las nuevas hornadas. Astérix en estado puro.
En Papel en Blanco | ‘Astérix y los pictos’, de Ferri y Conrad: necesario lavado de cara
