‘Beowulf’, de Santiago García y David Rubín: la épica hecha cómic
Beowulf es un poema épico anglosajón anónimo, una de las cimas de la epopeya en literatura, influyente en autores como Tolkien o en una miríada de guionistas de Hollywood. Y es, además, la obra que han adaptado Santiago García (‘El vecino’, ‘La tempestad’) y David Rubín (‘Cuaderno de tormentas’, ‘El héroe’), y que recientemente ha publicado Astiberri; una historia de honor, lealtades y supervivencia.
Esta adaptación gráfica se divide en los tres cantos originales, en las que Beowulf se enfrenta respectivamente al Grendel, a su progenitora, y por último, ya en su vejez, a una nueva y terrible amenaza para su pueblo. La versión de García y Rubín de esta epopeya promete ser fiel a la original. No se busca una actualización del argumento, sino más bien ahondar en el paradigma trágico de la historia, y en acentuar el carácter épico de ésta.
Narrativamente, este Beowulf cuenta con algunos hallazgos narrativos muy interesantes, como la intercalación de diversos tiempos narrativos, la multitud de planos detalles en viñetas panorámicas, que otorgan una visión poliédrica de la acción. García y Rubín demuestran que están a la altura del Frank Miller de la mejor época (pienso en ‘Elektra Lives Again’, o en su ya posterior ‘300’) en cuanto a saber transmitir la tensión narrativa, la violencia y la épica del relato.
Aunque el texto es importante a la hora de adaptar esta obra fundacional de la literatura inglesa, García y Rubín han hecho un trabajo eminentemente visual, para disfrutar con sus grandes viñetas de secuencias cinemáticas (como, por ejemplo, la espectacular secuencia de la lucha entre Grendel y un Beowulf desnudo, y que sin necesidad de palabras se alarga más de una docena de páginas), o del inteligente y elegante juego con las paletas de color, en las que predomina el rojo sangre, pero también el ominoso verde del mar o el amarillo solar.
Y es tan visual que no podemos evitar ver algún ¿guiño, homenaje, influencia inconsciente? de algunas películas memorables con un enemigo monstruoso, como Predator o Alien. Y es que a la hora de caracterizar al formidable Grendel, los autores han sabido crear un monstruo temible, y cuya presencia subyuga las viñetas que protagoniza.
Sin duda, esta adaptación de Beowulf, cuya edición por parte de Astiberri en gran formato permite disfrutar mejor las viñetas de Rubín y la planificación de García, queda como uno de los cómics más sobresalientes de 2013.
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