‘Cvnnvs. Sexo y poder en Roma’, de Patricia González Gutiérrez
Un ameno y documentado ensayo sobre la forma de entender el cuerpo en la Antigüedad
Uno de los libros que más me gustaron de 2023 fue este Cvnnvs, de Patricia González Gutiérrez, autora también de Soror. Mujeres en Roma y del que os hablé fugazmente en la selección de lo mejor del año. Patricia González firma este ensayo sobre sexo y poder en Roma en el que, de forma didáctica y siempre muy cercana, sin perder nunca la seriedad y la profundidad que un estudio de estas características ha de tener, pasa revista los hábitos del deseo y la carnalidad en la Antigua Roma: los juguetes sexuales, la pornografía, la fuerte relación de poder que se establecía en la sexualidad, el homoerotismo, la sexualidad sagrada… Estos elementos socioculturales nos llevan, no sólo a desmitificar lo considerado natural -y por tanto también lo considerado antinatural- en nuestras sociedades, sino a comprender mejor toda una serie de vínculos y comportamientos entre sus miembros.
La autora entiende que la construcción del cuerpo y del deseo (esto es, el mundo, nuestra identidad, la relación con los otros) son elementos que construimos a través de una serie de filtros. Esas repeticiones de costumbres, esas normas estéticas, ese control social es lo que moldea nuestra corporalidad y la valida como socialmente aceptable.
De esta manera, realizamos un viaje por las fuentes y comprobamos que la sociedad romana concebía el género de forma binaria, pero en realidad basada en una unidad: el hombre era el ser perfecto, completo, mientras que la mujer era un fallo estructural, un hombre a medio cocer. Un cuerpo fuerte era deseable: la belleza física y la moral solía confundirse. Esa visibilidad de la fealdad del alma se concretaba en los rasgos degenerados en su representación física (cosa que seguimos haciendo, por ejemplo, en la representación de los villanos de nuestras historias).
Con todo, ese binarismo de género establecido tuvo que enfrentarse a la realidad de lo que hoy llamamos intersexualidad. Griegos y romanos eran conscientes de que otras culturas categorizaban de forma distinta los sexos. Aunque el nacimiento de un bebé con algún tipo de diversidad anatómica era visto con inquietud, sí que sabemos que concebían la posibilidad de salirse del binarismo e incluso fluir de un sexo a otro, como el caso de Hermafrodito o Dionisos, dios enormemente feminizado, o el proceso asociado a la castración.
El libro dedica también un capítulo a la política y la sexualidad. La política romana usaba el sexo y el género como arma política. La homosexualidad no estaba mal visto, era más bien que el honor y la virilidad se fundamentaban en no realizar prácticas feminizantes, por tanto, en ser el sujeto pasivo de esas prácticas. Las prácticas homoeróticas femeninas sí que en cambio eran mucho más invisibles, debido al papel que se le suponía a la mujer: si no podía ser madre, esposa o amante, perdía su identificación. El uso del sexo como arma política puede verse en el concepto que ha quedado dentro de la cultura popular de mujeres como Mesalina, a las que se les ha atacado por su supuesta perversidad sexual.
Cvnnvs un libro que tiende puentes entre nuestra forma de ver el mundo y el de la sociedad romana, sin caer en el error de juzgar esa época con nuestra visión contemporánea, pero sí señalando conceptos que han pervivido hasta nuestros días y que explican también por qué somos como somos actualmente.
González Gutiérrez realiza un estudio panorámico de la sexualidad pública en Roma. El concepto de pudor y escándalo, igual que en los ámbitos que hoy consideramos de la vida privada, tuvieron su despertar a partir del siglo XVIII. Lo cierto es que en Roma encontramos pornografía en la que participan en su creación tanto hombres como mujeres, en forma de manuales o de objetos decorativos. Otro elemento de la visibilidad de la sexualidad la encontramos en la prostitución. Si bien infame y reprochada en lo que respecta a la masculina, la femenina la encontramos bien documentada, hasta su aparente invisibilidad en el espacio público ya en la época tardía, influida por el pensamiento cristiano. La figura de la prostituta en Roma se construye en paralelo al de la maga. Son ambas lo opuesto a lo que debe de ser la perfecta mujer romana. La demonización de la asociación bruja-mujer malvada. matrona peligrosa tiene como elemento común una sexualidad femenina descontrolada (desde el punto de vista masculino) y por tanto un escape al control social.
El libro se completa con capítulos dedicados a la institución matrimonial, y el sexo y la religión. A través de todo el estudio, se entreve que el deseo, el tabú, el asco o la belleza son conceptos complejos y muchas veces contradictorios en una misma cultura. Dependen del concepto, las ideas y el control que la sociedad ejerce sobre el propio cuerpo. El problema de nuestra comprensión de la sexualidad romana procede de interpretar todas las fuentes que nos han llegado de una forma demasiado literal, que ha provocado que queden en el imaginario colectivo ideas de escenas de orgías y romanos vomitando. Lo que nos dicen esos textos es que era un comunidad atribulada por una imposición de costumbres y una representación constante de la masculinidad. No olvidemos también que esas fuentes nos parciales y que han favorecido la representación del mundo que tenía la élite que dejó esas fuentes, y no la del pueblo llano.
Patricia González consigue en Cvnnvs un libro ameno pero riguroso, que tiende puentes entre nuestra forma de ver el mundo y el de la sociedad romana, sin caer en el error de juzgar esa época con nuestra visión contemporánea, pero sí señalando causas y efectos, o miradas y conceptos que han pervivido hasta nuestros días y que explican también por qué somos como somos actualmente. Como dice la autora en su conclusión, “es importante mirar el pasado para […] entender qué decimos cuando recurrimos a lo ‘normal’, ‘lo natural’ o ‘lo aceptable’ […]. Entender cómo cada sociedad moldea su mundo y sus normas. […] La comprensión de una sociedad nunca está completa sin el entendimiento de las relaciones humanas más básicas […] y la sexualidad abarca mucho de eso”.
Cvnnvs me ha descubierto a una escritora que entiende muy bien el poder de leer bien la Historia en su contexto y que hará que lea también su anterior Soror y los que publique en adelante.
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