‘El caso de Charles Dexter Ward’, de H.P. Lovecraft
Anaya reedita el clásico del soñador de Providence con ilustraciones de Javier Olivares
Estas Navidades pueden ser muy cthulhuideas para los fans de Lovecraft, porque han coincidido en las librerías dos jugosas novedosas con las que obsequiar a los acérrimos del maestro del terror. Alianza editó una compilación de los relatos canónigos de los Mitos de Cthulhu de Lovecraft, según su discípulo y amigo August Derleth, titulada Los pilares de Cthulhu, de la que daremos cuenta en breve. De la misma forma, Alianza publicaba la novela El caso de Charles Dexter Ward en gran formato y con ilustraciones de Javier Olivares (Las meninas).
Quien no conozca ya a Lovecraft no sabemos qué hace leyendo esto o si ha estado atento al mundo literario del último siglo, porque Howard Philips Lovecraft es quizá el autor de terror más influyente del siglo XX, por encima de Stephen King. Su obra supuso un giro copernicano en cuanto a la temática de terror y le dio un enfoque más materialista, desterrando para siempre el horror sobrenatural y espectral que reinó a finales del XIX.
Lovecraft es un extraordinario lector, y es el equivalente literario a reunir en una coctelera los rasgos más destacados de la narrativa de Edgar A. Poe, W.H. Hodgson, Bierce, Dunsany, Maupassant, M.R. James… De suerte que sus obras deben mucho a nombres como los citados pero conforman un caldo primigenio propio, un nuevo universo conformado por deidades ancestrales ajenas al hombre y en cuyos planes el ser humano es una mera polilla. Había nacido con Lovecraft el horror materialista cósmico.
Lovecraft fue un autor de relatos, pero ni siquiera con esto tuvo suerte. Apenas publicó nada en vida, y fue tras su muerte que se reinvidicó su legado, que fue tomando fuerza bien entrado el siglo XX a medida que se iba reconociendo su talento. Lovecraft sólo nos dejó una novela, y es ésta, El caso de Charles Dexter Ward, la historia de un joven que es lenta y sibilinamente captado por una presencia de otro tiempo.
Una de las cosas que destaca en la obra de Lovecraft es la de la creación de un ambiente horrible y malsano, aquí cifrado en las extrañas investigaciones que hace el protagonista Dexter Ward sobre su misterioso antepasado, las invocaciones, los ruidos, y luego el traslado de sus experimentos a una granja remota donde se oyen gritos inhumanos, conversaciones en susurros y vientos que llegan desde el mar cuando no hay mal tiempo. Como al doctor Willet, que intentará averiguar qué le ocurre al protagonista, el lector participa del descensus ad inferos a la locura y al terror más ominoso.
Hay que señalar que, aunque la edición es de Anaya Infantil/Juvenil, nos encontramos con una obra de texto íntegro, sin adaptaciones y con una introducción y anotación excelentes.
La nueva edición de El caso de Charles Dexter Ward de Anaya cuenta con las ilustraciones de Javier Olivares, que elige una tonalidad verde para todo el relato. Los expresionistas dibujos del Premio Nacional de Cómic acompañan muy bien a la atmósfera de pesadilla del relato. El volumen también cuenta con unas interesantes notas a pie de página (¡por fin anotaciones a Lovecraft!), y unos cuantos extras en forma de mapas de Rhode Island y Providence, y una cronología completa de los hechos extraída de la novela.
Hacía muchos años que había leído por primera y única vez la novela, y esta relectura me ha hecho encontrarme de nuevo con la maestría del soñador de Providence. Tendrá muchos defectos como narrador, que ahora no citaremos, pero hay que reconocerle que sabe crear un ambiente de horror a lo desconocido, salpimentado de referencias cultas y esotéricas que hacen que sea el mejor en lo que hace. No en vano Lovecraft se ganó su fama. En esta relectura he disfrutado como la primera vez que lo leí. Este El caso de Charles Dexter Ward quizá no tenga el mejor formato de lectura (es un álbum grande y de tapas duras), pero es una excelente edición a atesorar por los lectores de Lovecraft.
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