‘El desván’, de Saki: humor e infancia
Creo que no os sorprenderemos si os decimos que en Papel en Blanco sentimos una gran debilidad por Saki, tanto Sarah Manzano como servidor. Hector Hugh Munro, conocido por el pseudónimo literario de Saki (1870–1916), fue un escritor de novelas, cuentos y obras de teatro británico. Es considerado un maestro del relato corto y de él destaca, sobre todo, el sutil humor que destilan sus cuentos. Algunas de las obras que hemos comentado aquí son Animales y más que animales (editado por Valdemar) o El cuentacuentos (Barbara Fiore Editora). Hoy os traemos El desván, un relato de este autor, ilustrado Eduardo Ortiz, que sirve como carta de presentación de Yacaré, una nueva editorial que se ha estrenado hace unos meses.
De Saki creo que a estas altura no hace falta presentación. Británico aunque birmano de nacimiento, su nombre auténtico era Hector Hugh Munro. Escritor y novelista, en su obra brilla especialmente la producción de cuentos breves humorísticos, que lo sitúan a la altura de O. Henry u Oscar Wilde. Sus agudos y, en ocasiones, macabros cuentos recrearon irónicamente la sociedad y la cultura en que vivió, la sociedad finisecular previa a la Primera Guerra Mundial. Es célebre la anécdota de su muerte en el frente durante la Gran Guerra, cuando fue abatido por un francotirador mientras amonestaba a otro soldado por encender un cigarrilo en una guardia nocturna.
En los cuentos de Saki destaca siempre la presencia de niños, y éste es uno de ellos. Cuando el autor los utiliza puede permitirse, a través de ellos, ser más mordaz o cruel, como los propios niños serían. La anécdota en sí del relato es muy sencilla. En esta ocasión nos encontramos con Nicholas, un niño fastidiado por su tía, castigado a no hacer lo que quiere, pero que, de forma astuta, hallará la manera de devolvérselas todas gracias a su ingenio y fantasía. El fino y sutil humor de Saki con sus personajes es, además del exquisito lenguaje desplegado por el autor, el mejor atractivo de este cuento.
Hay que hacerle una ovación en pie a Yacaré por entrar en el mercado con una línea editorial tan clara como fascinante. En su página definen sus colecciones como “volúmenes que aspiran a cautivar a todo tipo de lectores. Clásicos (vinos viejos en odres nuevos) y libros para la infancia (porque no todo van a ser consolas y móviles).” Y ciertamente lo que prometen lo cumplen: de momento, además del volumen de Saki, han editado uno de Joseph Conrad (Gaspar Ruiz), dos cuentos del argentino Leopoldo Lugones y uno de Joseph Sheridan Le Fanu; de estos dos últimos nos ocuparemos dentro de poco. Me fascina esa vuelta de tuerca que la editorial ha dado a estos textos preciosos y delicados, otorgándoles un envoltorio excepcional. De esta manera, primorosamente editados e ilustrados por artistas de primera categoría, esos “vinos viejos” encandilan más que nunca. Cada libro es una pequeña obra de arte, en la que cada detalle (las tipografías, los márgenes, el formato) ha sido cuidado al máximo. La lectura se convierte así en una experiencia que va más allá del texto.
Más información | Ficha en Yacaré
En Papel en Blanco | El cuentacuentos, de Saki y Vandenabeele
