‘El espíritu del escorpión’: la doble vida de Radovan Karadzic

Fernando Llor y Pablo Caballo presentan en esta novela gráfica qué fue del Presidente de la República de Sprska tras la guerra de Bosnia y antes de su captura

Josep Oliver
Papel en Blanco
Published in
4 min readJul 18, 2018

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El espíritu del escorpión

Uno de los conflictos bélicos de la historia mundial más reciente que ha sido más salvaje, y que parece que hemos olvidado totalmente, es el de la guerra de Bosnia. Sin ser mundial porque no implicaba petróleo ni otros bienes anhelados por grandes potencias, la desintegración de Yugoslavia vivió en la guerra de Bosnia su capítulo más sangriento. Mientras algunas independencias habían sido más fáciles (el caso de Eslovenia y Croacia), el caso de Serbia y Bosnia fue particularmente atroz por la limpieza étnica que se llevó a cabo. El objetivo de esas limpiezas era arrasar determinadas zonas para forzar a los habitantes de una etnia a marcharse. Si se oponían eran sistemáticamente aniquilados. De esta forma, podrían cumplirse los deseos de reconstruir una “gran Serbia”. El caso más tristemente conocido es el del genocidio de Srebrenica, donde unos 8.000 musulmanes fueron asesinados. El principal culpable de ello fue Radovan Karadzic, ex presidente de la República de Sprska, una de las dos entidades políticas que forman Bosnia y Herzegovina.

Decíamos que la guerra de Bosnia ha sido un conflicto olvidado, no sólo porque el resto de potencias prefirió mirar a otro lado hasta que fue inevitable, sino porque este hecho histórico ha tenido poco relato en el arte. En cómic, recuerdo apenas el cómic underground de Aleksandar Zograf Cómo fui bombardeado por el mundo libre, una crónica autobiográfica de los años de guerra vista desde el espíritu expresionista y surrealista del autor. En El espíritu del escorpión, Fernando y Llor y Pablo Caballo se centran en la figura de Radovan Karadzic para explicarnos quién fue y qué ocurrió con él tras la guerra.

La historia de fondo, completamente real, no tiene desperdicio. Karadzic, ayudado por sus servicios de inteligencia, logró escapar y se escondió en Belgrado. Con una apariencia diferente y totalmente irreconocible, abrió una consulta como sanador energético y se hizo un nombre en el mundo de las terapias alternativas. Jasmina es una de sus pacientes, y cuando descubre la verdad querrá tomar el camino de la venganza. “Está inspirado en los testimonios de una mujer anónima que intentó tratar su esterilidad con Dabic. No había mucha más información sobre ella más que un simple testimonio en un artículo, sin embargo me pareció un buen punto de partida para crear a Jasmina”, explica Llor.

El espíritu del escorpión

Fernando Llor trenza dos hilos: el del presente, en el que Jasmina acude a la consulta de Dragan Dabic, el alter ego de Karadzic, con el del pasado, en el que se rememora los pasos previos a la matanza de Srebrenica. Sin duda, uno de los puntos de la novela gráfica es hacernos reflexionar cómo un genocida como Karadzic elige como nueva identidad a alguien que se dedica a ayudar al prójimo. “Me pareció terrorífico y a la vez fascinante”, nos comenta el propio guionista de la obra.

El espíritu del escorpión

Gráficamente, Pablo Caballo realiza un trabajo excepcional, que juega con una estética sucia y de contrastes dramáticos muy marcados, que nos recuerdan a una fusión entre el Frank Miller de Sin City, el David Lloyd de V de Vendetta y los trabajos más expresionistas de Alberto Breccia, Ashley Wood o Sienkiewicz. Ese estilo deliberadamente oscuro y casi guiñolesco, de difícil lectura a veces, de rostros apenas entrevistos y que se transforman en rictus terroríficos, contribuye muy bien a crear la atmósfera de opresión que la trama narra. Con planificaciones de página a veces más clásicas y a veces más arriesgadas, tiene detalles geniales como el uso expresivo (por congestión, casi) de las onomatopeyas, o lo simbólico de recurrir a Los fusilamientos del dos de mayo de Goya en un momento concreto de la obra. Creo que de Sienkiewicz Caballo recoge muy bien el cómo plasmar la locura animal de sus personajes, que muchas veces son desdibujados hasta el irreconocimiento.

El espíritu del escorpión es una novela gráfica adulta, dura. Nos hace reflexionar sobre la naturaleza del ser humano en la persona de Radovan Karadzic: un hombre considerado un genocida, que sin embargo inició una nueva vida como terapeuta. La persona que ordenó fusilamientos de centenares de civiles recibía a sus pacientes, daba charlas e incluso escribía en revistas del ramo. Llegó a estar tan cómodo con su alter ego que en un bar que frecuentaba coreaba con otros nostálgicos canciones sobre su yo real. Y a pesar de que el protagonismo se lo lleve este carnicero, este despiadado personaje, no hemos de olvidar el de Jasmina, la mujer cuya realidad se derrumba tras conocer la noticia. Y ello, teniendo en cuenta lo más irónico (o trágico) que el tratamiento de Dragan parece haber dado resultado.

Recomendamos, en fin, esta novela gráfica. Quizá no para todos los lectores, pero sí un gran ejercicio de narrativa textual y gráfica, un muy buen precedente para estos dos autores.

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Filólogo, profesor de Literatura en Secundaria, crítico de cómic en varias publicaciones y coautor del cómic El joven Lovecraft. Bloguero decano en Cisne Negro.