‘La lámpara maravillosa’: la cara mística de Valle-Inclán

A poco de entrar en el centenario de sus ‘Luces de bohemia’, recomendamos la edición de Evohé su obra esotérica

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La lámpara maravillosa

[Por Juan Miguel Galindo]. Resultaría absurdo que viniera a explicaros en dos minutos quién es Valle-Inclán. Al bohemio y excéntrico autor de Tirano Banderas, las Sonatas o Luces de bohemia lo conocemos todos. Sin embargo, poco se ha hablado de La lámpara maravillosa (1916), obra compleja, inclasificable y breve que, sin duda, resulta su propuesta más “sentimental” (sí, esto trataba de ser un guiño malo al Marqués de Bradomín). Fusión de elementos narrativos, prosa poética y reflexión filosófica, La lámpara maravillosa es una de las poéticas más sugerentes para entender el panorama literario europeo durante los años de la I Guerra Mundial (no olvidemos que ese mismo año muere Rubén Darío y nace Dadá con solo unas horas de diferencia). Así pues, en plena crisis literaria, a don Ramón María no se le ocurre otra cosa que elaborar una breve obra con muy variados referentes, que van desde los presocráticos a los autores místicos del siglo XVI, con especial énfasis en escuelas helenísticas y herejías del cristianismo primitivo como el gnosticismo. La intención o el género del libro también es compleja: memorias, tratado estético, narración ficcional, todo está presente en un libro que desborda personalidad por sus páginas y en el que se hace un repaso histórico del pensamiento y del arte. Toda una mitología artística en una visión de la literatura que tiene por función la justificación y defensa del papel del Poeta, además de un recetario para la búsqueda de la verdad a través de la belleza y la palabra.

La lámpara maravillosa

Desde hace ahora tres años, momento en el que la obra del gallego pasó a ser de dominio público, se han disparado las ediciones de sus libros más conocidos. No obstante, y precisamente por el aniversario de su muerte, durante el 2016 se comentó poco el centenario de la obra que aquí nos ocupa y que, un año después, tuvo la fortuna de ser reeditada en dos ocasiones. De estas, la llevada a cabo por Ediciones Evohé merece una mención por tres motivos: su presentación conjunta con un breve, pero enriquecedor estudio del editor, Juan José Martín Ramos (La lámpara maravillosa: Poética de una matemática celeste. Selección miscelánea de trabajos de un lector devocional, pero no por ello poco documentado); la selección de las notas que, aunque esclarecedoras, no entorpecen el ritmo de lectura, y la calidad tipográfica que suele acompañar a las editoriales independientes. La colección Ultravagantes, con la que en la editorial se centran en obras olvidadas (y de la que lamentamos que no haya tenido continuidad últimamente), nos ofrece una maquetación excelente, que hace la lectura mucho más amena, a la que se añaden un papel resistente y una encuadernación rústica que facilita el manoseo del libro. Un homenaje al libro en papel y un trabajo que hacen de La lámpara maravillosa no una lectura fácil, pero sí un libro fácil de leer.

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