‘Espada’, de Anabel Colazo
Anabel Colazo se adentra en una fantasía Ghibli en su última obra
Hubo un tiempo en el que todo el mundo tenía acceso a la magia, hasta que una disputa por el poder atrajo a un demonio de otro mundo, destruyéndolo todo… o eso cuenta la leyenda. Sin embargo, existe otra versión apócrifa muy diferente, según la cual un héroe, portador de una espada, llegó al reino para guiarlos y protegerlos a todos. Pero ¿quién era ese héroe y qué fue de él? ¿Por qué ahora la reina es la única persona capaz de usar la magia? Atraída por todos estos enigmas del pasado, Ania, heredera al trono por imposición, intentará averiguar qué sucedió realmente y qué hay de verdad en estos hechos… ahora que acaba de encontrar una misteriosa espada.
Anabel Colazo es una autora que poco a poco se ha labrado una carrera en el cómic espléndida. Esta joven ibicenca de sólo 30 años debutó en el cómic en 2015 con El cristal imposible (DeHavilland), y en 2017 vio la luz su primer trabajo de largo aliento, Encuentros cercanos, al que siguió No mires atrás (2019), con gran acogida de público y crítica. De Colazo destacamos el contraste entre su estilo naïf y la apariencia inocente de la historia con un trasfondo reflexivo y filosófico que puede perderse en una primera lectura que ya pudimos ver en su primera obra. En El cristal imposible si uno lee sin atención, puede que le resulte intrascendente. Es la reflexión posterior sobre la legitimidad de disciplinas no científicas como vías de conocimiento la que, a la postre, le concede un interés superior al esperado a priori. Lo mismo ocurre con Encuentros cercanos, donde , en un cómic sobre avistamientos de ovnis, Colazo parece hablarnos sobre la búsqueda del conocimiento como un absoluto y ver cómo se construye la verdad y qué representa para cada uno de nosotros, no cuál sea esta en sí.
En Espada, Colazo da muestra de todas las lecciones aprendidas así como de una bellísima depuración de su dibujo. En esta historia, que tiene obvias reminiscencias a la mitologías apocalíptico-ecologistas de Hayao Miyazaki (Conan el niño del futuro, Nausicaä del Valle del Viento), la autora cambia de registro para ofrecernos lo que parece una historia de género fantástico (magia, reinos lejanos, ese tipo de tópicos), pero hace algo habitual en ella: doblegar la supuesta temática a sus intereses narrativos.
De manera que en el fondo, Espada es una historia que habla (de nuevo) sobre la ciencia, el conocimiento, y qué hacemos con él. En este sentido, es impresionante como Colazo se lleva siempre a su terreno cualquier género o narrativa con la que esté dispuesta a experimentar. Quizá estemos ante su mejor obra por el momento, motivo por el cual La Cúpula la ha publicado en una excelente edición en tapa dura.
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