‘Hanami: Tú, yo, 19 m2 y Japón’, de Julia Cejas
Un cómic que es casi tan bonito como ver los cerezos en flor
Mitad diario de viaje y mitad cómic autobiográfico, Hanami demuestra su calidad gráfica desde su misma portada. El relato de su estancia en Japón durante seis meses se articula en pequeñas historias de pocas páginas cada una. Anécdotas de la vida cotidiana en un piso de sólo 19 metros cuadrados, del disciplinado carácter japonés o sobre los peligros de usar perritos con sombreros para aprenderse los kanjis se suceden de forma natural. Pese a los constantes cambio de temáticas y estilo, los homenajes constantes a autores japoneses y la brevedad de las historias, en algún caso de una sola página, la obra consigue formar un todo consistente gracias a un uso inteligente del color y un trazo en el que se reconoce la mano de su autora en todo momento, incluso cuando está imitando a otros artistas. Y ahora que he dejado claro que me ha gustado, viene una advertencia.
Tengo que avisar de que puede que esta no sea una reseña imparcial. Solo puede. Conozco a Julia Cejas, desde hace unos años. Mi colaborador habitual y amigo Gonzalo y habíamos estado en el Festival Internacional de Cómic de Angulema tratando de vender un proyecto. Volvíamos en el autobús hacia el aeropuerto de Burdeos cuando se nos acercó Julia y nos preguntó si estaba en el autobús correcto. Cómo es de menester entre autores de cómic que se encuentran en una de estas convenciones, nos enseñamos nuestros respectivos proyectos. Esas páginas que me enseñó, con esa paleta de color bitono tan personal, me dejaron impresionado. Eran, por supuesto, las primeras páginas del cómic que hoy nos ocupa. Tuve claro que esa chica iba a triunfar. Desde entonces hemos coincidido en diversos salones del cómic y mi opinión sobre ella no ha hecho más que mejorar. Entonces, ¿estoy aquí tratando de convenceros de lo bueno que es este cómic porque Julia me cae bien? ¿O Julia me cae bien por lo bueno que es este cómic? Preguntadle al gato de Schrödinger. El caso es que no debo tener mal ojo. El año pasado Hanami se publicaba en Francia y su otro cómic Hanan y Genji en España. Este último le valió el premio al autor revelación del Salón del Cómic de Barcelona. No está mal para empezar.
Volviendo a la obra en sí, ya me he deshecho en halagos hacia el apartado artístico, pero queda comentar el guion, que es lo que a mí, como guionista, más me pesa a la hora de valorar un cómic. En toda obra biográfica se corre el riesgo de que todo quede en una sucesión de anécdotas sin un discurso reconocible. No es el caso. Este viaje a un país extraño, sirve para hablar sobre atreverse a afrontar nuestros miedos y sobre la importancia de tener a alguien que te apoye a la hora de conseguir las metas que te propones. Un país en el que pedir la hora se puede convertir en una pequeña aventura y en el que separar la basura es un asunto serio sirve de metáfora para esas barreras que a veces nos ponemos nosotros mismos. En definitiva, una obra redonda, que entre las situaciones graciosas y el choque cultural no renuncia a hacer reflexiones serias. ¡Muy recomendable!
También te puede interesar:
[Este artículo contiene enlaces hacia La Casa del Libro. Comprando a través de nuestros enlaces nos ayuda a seguir adelante. Si no te interesa, siempre tienes la opción de acudir a tu librería de confianza. Gracias por tu comprensión]
