‘Papel estrujado’, de Nadar, o el peso del pasado

Papel en blanco
Papel en Blanco
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3 min readOct 22, 2013

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Toda una sorpresa y una revelación me ha resultado leer una de las últimas obras publicadas por Astiberri. Se trata de Papel estrujado, de Nadar, y que me ha parecido una de las mejores obras del año. ¿Queréis saber más? ¡Pues adelante!

En Papel estrujado conocemos a Javi ‘Flaco’, un adolescente que ha dejado los estudios para convertirse en una especie de sicario de poca monta. Al mismo tiempo, también conocemos a Jorge, que acaba de llegar a la ciudad para encontrar casa y trabajo, y cuyo pasado es todo un misterio para la chica del hostal en el que se queda.

Pocas veces vemos en el cómic un debut tan contundente como el que tenemos entre manos. Es cierto que Pep Domingo ‘Nadar’ no es un extraño en esto del cómic: ha ganado diversos certámenes de cómic, (entre ellos el de la CAM o el Injuve), y había publicado historias breves en la ya fenecida revista Dos Veces Breve, pero nunca habíamos leído una historia de tamaña envergadura suya. En 2012 se le concedió la beca AlhóndigaKomik de Bilbao (una ayuda que ya no has dado fantásticos resultados, como el de ‘Cenizas’ de Álvaro Ortiz, del que ya os hablamos) por el proyecto de esta novela gráfica.

Nadar se enfrenta a este tour de force de 400 páginas con envidiable soltura. Su estilo, depurado pero personal, sencillo pero resultón, nos recuerda a un Mazzucchelli, sí, pero también con algo de Paco Roca (‘Arrugas’), de David Lapham (‘Balas perdidas’, últimamente trabajando en Marvel), incluso me atrevería a decir que en la trama de Javi se adivina alguna influencia manga. Y narrativamente, Nadar sabe jugar muy bien con las retrospecciones, y poco a poco se va desentrañando el misterioso pasado de los personajes.

Papel estrujado

Una de las cosas que me ha gustado de Papel estrujado es que, al igual que una novela de Paul Auster, es la capacidad que tiene el autor para relacionar a los personajes entre sí, de manera que todos los elementos de la trama que ha dispuesto acaban encajando de forma mágica, hasta los más nimios. Hacer esto es arriesgado porque tiene el peligro de que el deus ex machina lo termine justificando todo, pero afortunadamente el autor consigue que todo cuadre de forma natural e incluso, si uno es como servidor un lector inocente, hasta sorpresiva.

Domingo nos habla en Papel estrujado del peso del pasado, con el que tenemos que cargar como fantasmas, de la soledad, la culpabilidad y el precio de la redención. Cómo a veces, la vida nos condiciona de una forma en la que parece imposible empezar de nuevo y tener una segunda oportunidad. En cierta forma, el tono que predomina es melancólico y algo pesimista.

Los peros que podríamos ponerle a esta obra son mínimos, y todos puntillosas puntualizaciones de carácter argumental que en nada emborronan la calidad de una obra que sorprende por la madurez narrativa de un autor que casi podríamos decir que debuta con ella. Nos encontramos ante uno de los mejores cómics del año, sin duda. Leed, por favor, Papel estrujado, y luego me contáis.

Más información | Ficha en Astiberri

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