‘Serpiente del sueño’, de Vonda N. McIntyre
Una laureada novela paradójicamente sumida en el olvido, pero que bien merece ser revisitada hoy en día
He aquí una novela escrita por una mujer, Vonda N. McIntyre, que a finales de la década de los 70 se hizo con el triplete Hugo-Nebula-Locus, los premios más reputados de la ciencia ficción, y que hoy en día prácticamente nadie recuerda. Con el género gozando de una salud envidiable, este título sólo ha tenido dos ediciones en castellano (ninguna en catalán), siendo la más reciente de Byblos (2007). Una vez finalizado el libro, me pregunto hasta qué punto habrán contribuido a este olvido los prejuicios del que, creo, es un porcentaje destacable de lectores, que contrastan con la defensa acérrima que de ella hizo Ursula K. Le Guin.
Serpiente del sueño nos cuenta la historia de una joven que vaga por las áreas desérticas de un mundo del que poco sabemos; devastado por un conflicto nuclear en un pasado remoto, la vida parece que poco a poco se ha abierto camino de nuevo. Su nombre, Serpiente, es un reflejo de los tres ofidios que transporta en un zurrón y que le proporcionan las sustancias que necesita para dispensar tanto cuidados médicos como paliativos a quienquiera que los solicite. La pérdida de uno de sus reptiles la obliga a embarcarse en un viaje de búsqueda y reparación que se adivina crucial en la supervivencia de su minoritario gremio, el de los curadores, de cuya existencia depende la salud y la dignidad de la población.
Estamos ante una novela de aventuras que casi parece caer más dentro del fantástico que no de la ciencia ficción, si bien de este último género posee suficientes elementos como para justificar su adscripción, especialmente en lo que se refiere a la construcción del mundo, que le hizo valedora de críticas positivas en el momento de su publicación. De inspiración post-apocalíptica, en el mundo de Serpiente del sueño conviven tribus de pastores nómadas con reductos sedentarios donde pervive un tenue reflejo de la tecnología de los Antiguos. Ahora bien, la autora pone cuidado en no revelar en exceso los pormenores de su ambientación, casi dando la impresión que para ella es algo secundario respecto a la historia.
Y esa historia está protagonizada por Serpiente, una mujer empoderada, libre, dueña de sus decisiones, inteligente, formada y dotada de un cometido de indudable responsabilidad. Este feminismo de Vonda N. McIntyre entroncaría con el de la mencionada Ursula K. Le Guin, así como con el de otras autoras coetáneas como Octavia Butler o Joanna Russ, de las que recientemente hemos visto reeditadas obras suyas gracias a editoriales como Capitán Swing, Dos Bigotes, Mai Més o Raig Verd. Sin estas pioneras que labraron el camino, probablemente no tendríamos los brotes verdes representados por tantas escritoras actuales.
De Serpiente del sueño se ha dicho que su valor recae exclusivamente en ser un texto fundacional, y también se le ha achacado una falta de vigencia que me atrevería a cuestionar. Entre los temas sociales que propone McIntyre se encuentran algunos polémicos incluso hoy en día, como la eutanasia, o de candente actualidad, como conceptos ampliados de familia y modelos alternativos de masculinidad que, junto a temas más escabrosos como el del abuso sexual infantil, a buen seguro habrán levantado ampollas entre bastantes lectores y acaso explican, al menos en parte, el olvido de esta obra. Quizás se podría discutir la redondez de la novela en términos de ritmo, algo que compensa con soltura narrativa y ágil diálogo que facilitan la lectura.
En definitiva, Serpiente del sueño es una obra sin duda interesante y actual a tenor de los últimos avances sociales, pero que incomprensiblemente no goza todavía de una edición actual que le haga justicia y la ponga a la altura de otras escritoras clásicas dentro de la fantasía y la ciencia ficción, a las que en los últimos tiempos se les ha devuelto el reconocimiento que merecen.
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