‘Nimona’, de Noelle Stevenson: cuando la compinche del villano es la protagonista
Netflix acaba de estrenar la película basada en este cómic
Seguro que os ha pasado. Tenéis un cómic en el punto de mira desde hace mil años, y no llegáis a leerlo hasta que van y lo adaptan al cine, o a serie o, en este caso, película original de Netflix. Y no quieres ver la película sin haber leído el cómic. O a lo mejor en vuestro caso habéis visto la película y ahora os pica la curiosidad el cómic. En cualquier caso, ese es el motivo de que reseñe ahora una obra que Astiberri publicó hace justo dos años. Si ya tenía este cómic en el punto de mira desde antes, es porque su autor es una de las co-autoras de la genial Leñadoras, serie que disfruté enormemente. (No me he liado con los pronombres, entre entonces y ahora, se ha cambiado de sexo y se ha cambiado el nombre, de Noelle Diana Stevenson a Nate Diana Stevenson, lo cual puede que nos diga algo de sus sensibilidades, pero en general me parece irrelevante a la hora de valorar su obra).
Nimona fue su primera obra, antes incluso de Leñadoras. Comenzó como un webcómic en Tumblr pero de inmediato llamó la atención de un agente y Stevenson, sin haber acabado sus estudios, firmó para publicarlo en formato de novela gráfica con la editorial Harper Collins. Le valió un montón de premios y un éxito considerable para un autor novel. Todo esto explica mi interés, pero dos cosas me habían llevado a postergar la lectura de este cómic. Una, que Stevenson desarrolló la serie de animación “She-Ra y las princesas del poder”, que empecé con entusiasmo debido a que él estaba involucrado, pero por la que perdí el interés en solo un par de episodios. ¿Podía ser que lo que me había gustado tanto de Leñadoras se debiera más a las otras escritoras involucradas? Además, leí unas pocas páginas de avance de la novela gráfica y me pareció que eran historias sueltas de una o dos páginas, debido a su origen como web comic, y me llevé la impresión (errónea) de que todo el cómic seguiría esa línea.
Después de unas pocas páginas en las que no parece tener muy claro a dónde se dirige, el autor les coge el pulso a los personajes y ya no vuelve a bajar el ritmo en sus más de doscientas cincuenta páginas. Ballister Negrocorazón es el más grande de todos los villanos y no necesita un compinche, lo cual no impide a Nimona presentarse voluntaria y aportar un montón de ideas para hacer el mal. Su capacidad para transformarse en cualquier ser vivo al instante parece ser ideal para ello, y Nimona está dispuesta a matar con entusiasmo. Tanto que Ballister tiene que ir parándole los pies. Pronto se enfrentarán a Ambrosius Lomodorado, antiguo amigo y actual archienemigo del villano, y descubriremos que no todo es lo que parece en esta historia.
Stevenson demuestra ser muy versátil tanto en el guion como en el dibujo, sacando mucho provecho de las transformaciones de Nimona y, más aún, de las relaciones entre estos tres personajes. Uno casi espera que se inviertan los roles y Ambrosius sea un villano y los protagonistas unos héroes, pero es mucho más complejo y sutil que eso. Aunque el cómic abunda en escenas de acción y tiene a grandes rasgos una trama de superhéroes en un extraño mundo que mezcla magia y tecnología, es descubrir el pasado de estos tres personajes y como los ha conducido a dónde están hoy lo que realmente te hace seguir pasando páginas. Aún no he visto la película de Netflix, pero si es la mitad de buena que el cómic, ya tengo ganas de verla.
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