Las mejores lecturas de Aitor Poza en 2023

Aitor Poza
Papel en Blanco
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9 min readJan 7, 2024

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Mi segundo año como redactor miembro del fantástico equipo de Papel en Blanco ha concluido con 23 libros leídos, varios de ellos de considerable extensión, lo cual explica la reducción en el número de lecturas respecto al año pasado, aparte de un número sensiblemente inferior de cómics. Este año he preferido orientar este artículo de manera que empiece con mi podio particular, para luego pasar revista a otras lecturas que no dudaría ni un milisegundo en recomendar a quien quiera prestar atención (y si no tenéis tiempo, de un vistazo podéis ver las portadas de los libros).

¡Empezamos con el oro y vamos bajando!

Lonesome Dove

No soy muy de leer tochales, pero Lonesome Dove (Paloma Solitaria) me llamaba por varios motivos: Siempre he amado el western, al que considero el género cinematográfico definitivo (un día, si eso, elaboro), pero nunca me había atrevido con su versión literaria. ¿Por qué? Ni idea, pero creo que en mi subconsciente todavía pesan las imágenes de mi yo infantil en la papelería de la esquina, en las que me veo contemplando las portadas de distintas publicaciones pulposas que por aquel entonces eran muy populares y que me parecían casposillas (y conste que ya había caído rendido a la fascinación de los westerns, de los que procuraba no perderme ni uno de los que echaban por la tele en las sobremesas de los sábados). Sin embargo (y sé que esto va a sonar muy snob), pero que la obra tenga un Pulitzer, qué queréis que os diga, me ayudó a hacer desaparecer mis prejuicios iniciales. Finalmente, enterarme que la obra contaba con una elogiada adaptación a la pequeña pantalla (y que, por cierto, desconocía, pese a contar con actores de la talla de Robert Duvall y Tommie Lee Jones como protagonistas) acabó por decidirme.

Y fue así como Lonesome Dove ha conseguido hacerse, con la perspectiva que me da el año que acaba, con el primer puesto de mis mejores lecturas del 2023: La desmitificación del mítico oeste norteamericano y la brillante narración, por parte de Larry McMurtry, de una de las gestas (el transporte de ganado, cruzando el país, por praderas apenas holladas en la segunda mitad del siglo XIX) protagonizadas por personas anónimas y corrientes que conformaron, a su vez, la leyenda que el celuloide se ha encargado de consolidar. La sobrecogedora humanidad y realismo de los personajes que discurren por las páginas del libro, desde los protagonistas a los secundarios que sólo se llevan una o dos páginas, es sin duda uno de los puntos fuertes de una obra que deja un poso perdurable y que invita a la relectura.

Si os interesa leer la reseña original, la encontraréis aquí.

Mi corazón es una motosierra

Una de las cosas que más me gustan de Stephen Graham Jones es su espíritu entre juguetón y gamberro. Como Jade, la protagonista de este Mi corazón es una motosierra, Stephen aboga por saltarse la normatividad y es, además, una más de las pocas voces que se hacen eco de la difícil vida a la que se ha visto abocada una parte considerable de la población nativa norteamericana. Por todo ello, no me pierdo ni un libro suyo de los que publica La Biblioteca de Carfax, y creo que por esta misma razón, puestos a comparar, puedo deciros que éste es el más redondo.

Concebido como una carta de amor al género que le ha acompañado desde su adolescencia hasta la edad adulta, el slasher, Stephen se mueve como pez en el agua entre sus clichés, haciéndoselos propios y jugando con el lector, al que invita a desentrañar el misterio que se esconde detrás de los brutales asesinatos que alteran la paz de un aparentemente idílico pueblecito de Idaho.

Una obra narrada de forma brillante y que pulsa con un ritmo envidiable, llena de referencias cinéfilas para los amantes del terror, y con una protagonista que se ganará vuestros corazoncitos a base de haceros reír, sufrir y llorar.

Aquí podréis leer la reseña original que escribí para la página.

Terry Pratchett, una vida amb notes a peu de pàgina

Quien me conoce sabe que Sir Terry Pratchett tiene un huequito en mi vida como lector desde hace unos años. Pero que se ganara esta posición fue algo que sucedió contra todo pronóstico, después de la lectura de ¡Guardias!¿Guardias?, quien me resarció de la desazón que me produjo otra lectura previa, la de El color de la magia. Cuando leí esta última, que cogí con muchas ganas, apenas sabía nada de Pratchett, más allá de que la obra iniciaba una prácticamente inacabable saga de fantasía que parodiaba el género a placer y que el autor había escrito otro libro a cuatro manos con Neil Gaiman, a quien creía conocer mejor (¡sorpresa, estaba equivocado!). Pero volviendo a El color de la magia, lo cierto es que supuso una gran decepción para mí hasta el punto que me deshice tanto de él como de su continuación directa, y acabé condenando al autor al olvido.

Más de una década después, he ido conociendo un poco mejor a Pratchett. Imaginad mi sorpresa cuando me enteré de que siempre trató de disuadir a sus potenciales futuros lectores de que empezaran su saga de Mundodisco por El color de la magia. Curiosamente, muchos lectores que han hecho lo que yo por aquel entonces, desconocían este hecho, y lo siento por todas esas personas que se estarán perdiendo un autor genial. Porque Pratchett es mucho más que el autor que hizo humor absurdo del género fantástico.

Por mi amor a la obra de Pratchett (habré leído una docena de sus novelas de Mundodisco, y no hay año que pase que no caiga algo suyo), leí esta biografía suya, firmada por el que había sido su asistente personal por espacio de quince años, Rob Wilkins. ¡Y menuda experiencia! Sus más de quinientas páginas volaron en mis manos, en un torbellino de emociones. Terry Pratchett, una vida amb notes a peu de pàgina, editada por Mai Més, es una obra muy amena que se puede disfrutar tanto si se es fan de Terry (habla de muchas obras suyas pero sin ningún spoiler) como si no, regalándonos un completo retrato del escritor, no exento de crítica y con mucho humor (parece que después de tantos años trabajando codo con codo con Pratchett, a Rob Wilkins se le ha pegado algo del estilo que le hizo famoso). Si todavía os gustaría leer más sobre este libro, aquí lo encontraréis.

Más allá de estas tres obras que se han alzado en mi podio particular del 2023, las siguientes cinco también forman parte de mi otra lista de recomendaciones.

Este ha sido el año en el que me he atrevido a empezar a escribir algunas de mis reseñas en catalán, respetando el idioma original en el que leí el libro (de hecho, estoy muy contento de constatar que una tercera parte de mis lecturas de este año estaban en este idioma, lo cual, para una persona sin formación formal en el mismo, creo que es todo un logro). Así, dos obras han sido todo un descubrimiento para mí:

Sempre hem viscut al castell

Por un lado, Sempre hem viscut al castell ha sido mi iniciación a Shirley Jackson, una autora que conocía por el premio literario al que da nombre y de la que disfruté mucho una adaptación a la pequeña pantalla de una de sus obras (La maldición de Hill House). Espoleado por la curiosidad a raíz de estos precedentes, no dudé en tomar prestado de la biblioteca de mi barrio este libro, publicado por L’Altra Editorial, y cuál no sería mi sorpresa al reparar que se alejaba de mi concepto de terror. Pese a todo, caí fascinado por la atmósfera que la autora recrea y por sus personajes, así como por el planteamiento de una trama que reúne misterio, drama y humor.

Torn de nit

Otra sorpresa fue descubrir una nueva faceta de un viejo conocido, ni más ni menos que Stephen King, de quien admito que es mi remedio casero para superar bloqueos como lector desde que era adolescente. Pues bien, la antología Torn de nit, publicada por Males Herbes, y sus fantásticos relatos de los años 70 me han dado a conocer un autor que funciona en las distancias cortas como un certero disparo, no ajeno a una cualidad literaria que sus detractores a menudo le niegan. Aquí tenéis la reseña que escribí.

Dentro de la ciencia-ficción, me gustaría destacar la lectura de El nom del món és bosc, que leí también en catalán en la maravillosa edición de Raig Verd, donde una militante pacifista Ursula K. Le Guin nos ofrece un relato descarnado sobre los excesos de la guerra, que es en realidad una metáfora de la que por aquel entonces monopolizaba las pantallas de medio mundo: la de Vietnam. Una cruda historia que invita a la reflexión y cuya actualidad es, tristemente, innegable. Podéis leer una reseña más completa aquí.

El fi de la infància

La extinción del género humano a partir de un planteamiento utópico (y no distópico, que parece que es lo habitual hoy en día) capturó mi interés en El fi de la infància, esta obra clásica escrita por Arthur C. Clarke y ahora traducida al catalán por Duna Llibres. Aunque la obra no es todo lo redonda que son el resto de libros que recomiendo en este artículo, su premisa básica y la riqueza de temas que el autor pone sobre la mesa creo que la hacen merecedora de formar parte de esta lista.

Paseando por la feria del libro di con esta maravillosa antología de Siruela, una de tantas con las que de tanto en tanto nos regala Maria Casas, la encargada de la selección de las obras que la componen. Con un título así a la fuerza debía hacerme con ella, siendo como soy un apasionado excursionista y amante de la literatura clásica norteamericana. Lo cierto es que fue todo un descubrimiento en lo que se refiere a numerosas escritoras que, o bien desconocía por completo o de las que no había leído nada con anterioridad, y a las que sin duda volveré. Un libro con la capacidad de serenar nuestras almas, por lo general presas de la vorágine diaria asociada a la vida en una ciudad, es necesario que forme parte de esta lista.

Y dejo para el final el libro cuya reseña fue, con diferencia y para mi sorpresa, la más vista de todas las que he escrito este año para Papel en Blanco. No podría estar más contento, pues en Novela de ajedrez, de Acantilado, Stefan Zweig hace un alegato a favor de la resistencia contra el totalitarismo, en su caso el encarnado por el régimen nazi. Un breve relato de resiliencia y locura que se desarrolla a la sombra de una partida de ajedrez a bordo de un crucero, y que fue la última obra que escribió el autor antes de suicidarse junto a su mujer en Brasil, lejos de su Austria natal, ocupada entonces por Alemania.

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Combino la docencia en un instituto público de secundaria con un interés personal por promover la lectura. Sólo escribo acerca de lo que me gusta, sin spoilers.