‘El pequeño de la manada’, de Daniel Piqueras Fisk

Enric Pujadas
Papel en Blanco
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3 min readFeb 25, 2024

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Dolmen Editorial nos trae al ganador del Premio Ciutat de Palma del pasado año. El pequeño de la manada se inspira en la vida de André el gigante, recordado en España sobre todo por su papel en La princesa prometida aunque antes de eso fue muy popular como luchador de lucha libre. Nos cuenta su problemática vida casi sin palabras, contando un drama con formas de comedia, o una comedia con un drama de fondo. La lucha de André con su gigantismo, que le iba a hacer morir jóven y su forma de sobrellevar la fama se convierten en manos de Daniel Piqueras Fisk en un homenaje a las tiras de humor clásicas.

Hoy me vais a permitir un poco de autobombo. En 2020 gané el premio Ciudad de Palma de Cómic, y a raíz de eso estuve en el jurado que otorgaba el premio al año siguiente. Los jurados podíamos leer los proyectos presentados en una plataforma online y puntuarlos de acuerdo a unos criterios un tanto arcanos. Esa puntuación es solo orientativa, y a fin de cuentas el premio se decide tras la deliberación del jurado, pero sirve para no tener que discutir los méritos de decenas de proyectos. Cuando me reuní con los otros dos miembros del jurado solo se discutieron los siete u ocho que mayor puntuación tenían. De estos, todos tenían nivel como para haber ganado el premio. Y aquí viene lo bueno, porque de mi criterio igual no os fiáis, pero los otros dos miembros del jurado eran dos pesos pesados de la industria: Ana Miralles y Albert Monteys. No os sorprenderá saber que El pequeño de la manada era uno de los que estaban ahí, entre todos esos trabajos que tenían a priori tenían posibilidades. Pero en esto de los premios además de tener talento, hay que tener un poco de suerte. Cuando terminé de fanear a los respetables miembros del jurado, nos pusimos a debatir.

De hecho, el proyecto que más puntuación tenía pronto quedó descartado por el simple hecho de que Ana había leído un cómic con un argumento muy parecido recién publicado en Francia (y mira que el argumento era muy original). Otro trataba de la depresión, igual que el mío con Gonzalo Aeneas que había ganado el año anterior. Nos pareció que premiar un proyecto sobre salud mental dos años seguidos no era lo suyo. Otro les encantaba a Ana y Albert, pero a mí me parecía demasiado pretencioso. Otro tenía una rotulación muy fea (en serio, hay que cuidar los detalles). Así que nos pusimos a hablar de El pequeño de la manada con creciente entusiasmo. Ninguno de los tres tenían ni una sola cosa que criticar. Recuerdo a Albert Monteys decir que daba la impresión de estar leyendo a un clásico del cómic de humor, pero a la vez era fresco y moderno. El uso limitado del color era una maravilla. Era dinámico, divertido, desternillante y enternecedor. Tenía un sentido del ritmo impecable. Tampoco le hizo ningún daño haber presentado el cómic terminado, aunque las bases del premio solo exigen 16 páginas. Al final, su visión alegre y optimista de una historia que podría haberse contado en tono de drama era lo que nos hacía falta después de la pandemia.

Daniel Piqueras Fisk ha podido contar tanto en un cómic con tan pocas palabras, que siento que no debo extenderme más. Solo decir una cosa: Compradlo. No os arrepentiréis.

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Escritor y guionista. Lector compulsivo de premios Hugo y Nebula. Dolmen acaba de publicar mi último cómic “Las Olimpiadas del Sufrimiento”.